Alguien por ahí dijo: “viajo para encontrarme”, lamento usar su frase pero es lo mismo para mí
Cada viaje es un encuentro hacia mi centro. Hacia mi soledad inmensa y tan mía como mi cuerpo aunque no la toca.
Pocas personas sienten eso o quizás poco dediquen un momento de su tiempo a vivir ese sentimiento. Desgraciadamente yo tuve que viajar del ruido de Santo Domingo para descubrir la compañía de mi interior.
Hace menos de un mes por un viaje de trabajo fui a Cabarete, Puerto Plata. Y waooo que hermoso, no solo Cabarete sino la sensación de estar conmigo misma. Saber que a pesar de todos estos tropiezos y desilusiones sigo vivita y coleando.
Con más ganas que nunca de seguir luchando por mis sueños y por viajar aunque nadie quiera o pueda hacerlo conmigo.
Fue tan paradójico descubrir que estoy sola, pero cerca de tantas personas hermosas. Ser más positiva de la vida, dejar a un lado mis depresiones y vivir, sentir, soñar sin temor a lastimarme y a que me lastimen.
A veces viajar es pesado cuando no tienes a alguien a tu lado, o cuando no tienes tiempo, pero el mundo da vueltas y se mezcla todo de una forma tan enredada que ni entiendo.
¿Porque como es que antes yo no tenía dinero para viajar y me sobraba el tiempo, pero ahora tengo dinero pero no el tiempo?.
A veces tengo dinero y tiempo, pero sin compañía me detengo y no voy a ningún lado. A veces con compañías pero sin dinero ni tiempo. A veces sin dinero, ni tiempo, ni compañía (sin dinero, es la principal razón de porque no viajo tanto).
Pero ya nada de eso me detendrá de conocer mi islita caribeña, yo descubrí que soy mi mejor compañía, que el tiempo siempre se pierde y que nunca tendré suficiente dinero (y que no aumenta en la cuenta del banco).
¡Así que a viajar sin miedo a nada!.
Soñar con descubrirme y conocerme a mí misma, es algo que estoy tratando de volver realidad. Tratar de entender que dentro de mi nace y reposa mi verdadera felicidad no en los lugares remotos y extraños donde la busco muchas veces, donde he perdido años buscando en vano, por terquedad y por cosas que no recuerdo.
Dios es mi fuente de inspiración y de guía para descubrir cada rinconcito, cada pueblito, cada charquito y fuentecita, cada orilla de playa y todos esos maravillosos paisajes que aguardan a ser descubierto por mí y por ti.
Mayelin
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